Diana dona sus órganos y su papá le dedica un emotivo adiós: 'Te adoro y así será por siempre'"

Puebla Capital28 de abril de 2025 Por Redacción
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El viernes, el periodista Carlos Martín Huerta y su familia vivieron la dolorosa pérdida de su hija Diana, quien falleció a causa de un derrame cerebral. Sin embargo, en medio de la tragedia, Diana ofreció un último acto de generosidad al donar sus órganos, dando así vida a otras personas.

En su redes sociales, el también conductor de radio dio a conocer que Diana ingreso al Hospital Ángeles, tras sufrir un paro cardiorrespiratorio. Los médicos trabajaron sin descanso para estabilizarla en dos ocasiones, pero las horas pasaban y el pronóstico seguía siendo incierto. Se la indujo a un coma para esperar los resultados, pero el sábado por la mañana, los temidos signos de muerte cerebral se confirmaron. La noticia fue devastadora: la joven Diana había partido, pero su familia enfrentó la tragedia con una fortaleza y generosidad que marcaría un legado.

A pesar del profundo dolor, Carlos y su esposa Laura, junto a sus hijos Carlos y Enrique, decidieron hacer lo que siempre habían dicho: “Si alguien puede donar, donaremos”. Así, en medio del sufrimiento, tomaron la valiente decisión de donar los órganos de Diana, dando una última oportunidad de vida a quienes lo necesitaban.

El hospital organizó una emotiva "Marcha del Honor", un momento cargado de respeto y reconocimiento. Mientras Diana recorría el pasillo del hospital por última vez, médicos, enfermeras, amigos y familiares se unieron en una ovación silenciosa, rindiendo homenaje a su generosidad, un último gesto que salvaría vidas.

La familia Huerta, rodeada de apoyo y amor, agradeció a quienes estuvieron presentes en ese doloroso momento. La funeraria Valle de Los Ángeles los recibió con cariño, y el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa los acompañó en la ceremonia final, en la que se depositaron las cenizas de Diana, un acto simbólico de despedida y amor eterno.

Carlos, entre lágrimas, dedicó a su hija unas palabras llenas de amor y agradecimiento: “Diana, amor de mi vida, sigue cuidando de mí como siempre lo hacías. Ayúdame a enfrentar lo que viene, y cuando nos volvamos a encontrar será para agradecerte cada momento de felicidad que me diste”.

Este acto de donación, aunque marcado por el dolor, es también un testimonio de la generosidad y humanidad de Diana, quien, a través de su partida, ofreció a otras personas la posibilidad de seguir viviendo. La familia Huerta, a través de su hija, ha dejado un mensaje claro: el amor y la generosidad trascienden la vida misma.

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