Tras el ataque con explosivos que cobró la vida de ocho elementos de la Guardia Nacional esta semana, autoridades mexicanas detuvieron a 17 personas, entre ellas 10 exmilitares de origen colombiano, durante un operativo en el municipio de Los Reyes, Michoacán.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que los detenidos, 12 de ellos extranjeros, fueron capturados junto a un arsenal que incluía 41 artefactos explosivos y armas largas. El gobierno estatal confirmó que los extranjeros son de nacionalidad colombiana.

El ataque ocurrió el pasado martes, cuando un artefacto explosivo fue detonado al paso de un vehículo blindado de la Guardia Nacional. Seis agentes murieron en el lugar, y dos más fallecieron posteriormente debido a las heridas.

La ofensiva y las detenciones se registraron en una zona estratégica donde opera el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), una de las organizaciones criminales más violentas del país, recientemente catalogada como grupo terrorista por Estados Unidos.

Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum expresó su condena por el uso de explosivos contra fuerzas de seguridad, evitó señalar directamente a alguna organización criminal como responsable.

La región de Michoacán ha sido escenario de violencia extrema, incluyendo ataques con minas antipersonas y explosivos lanzados por drones, usados en varias ocasiones por grupos del narcotráfico. Según cifras de la Defensa Nacional, al menos seis militares han muerto entre 2018 y 2024 por este tipo de ataques.

Desde el inicio de la militarización contra el narcotráfico en 2006, México ha registrado un aumento sostenido en los niveles de violencia, con una tasa de 24 homicidios por cada 100 mil habitantes.