El 27 de octubre está destinado a recordar a las mascotas —sin importar especie o tamaño—, bajo la creencia de que sus almas también vuelven a visitar los hogares donde compartieron su vida.

El altar para ellos representa una forma de agradecer su amor y compañía. Suele incluir su fotografía, comida o croquetas favoritas, y juguetes, junto con los elementos tradicionales del altar de muertos:

Mantel blanco
Sal y agua
Velas o veladoras
Calaveritas (generalmente de azúcar)
Copal o incienso
Flores de cempasúchil
Pan de muerto
Papel picado
Fechas del calendario de ofrendas
Según la costumbre popular, las ofrendas se colocan de manera escalonada conforme se acercan los días principales:

27 de octubre: mascotas y animales de compañía
28 de octubre: personas fallecidas en accidentes
29 de octubre: ahogados
30 de octubre: almas olvidadas o sin familia, y quienes permanecen en el purgatorio
31 de octubre: niños que murieron sin ser bautizados
1 de noviembre: Día de Todos los Santos, dedicado a los niños
2 de noviembre: Día de los Fieles Difuntos, para los adultos

Finalmente, la tradición marca que el retrato del ser querido fallecido se debe colocar en la ofrenda un año después de su muerte, como símbolo de respeto al proceso espiritual de su alma en su camino hacia el Mictlán, el lugar del descanso eterno.