Entre miles de peregrinos que visitan la Basílica de Guadalupe, la historia de Jesús, un joven de 18 años de Puebla, llamó la atención por su profunda devoción.

El joven recorrió kilómetros cargando una pesada imagen de la Virgen de Guadalupe para pedir por la salud de su abuelita, quien se encuentra gravemente enferma. Al llegar a la calzada de los Misterios, entró de rodillas a la Basílica, acompañado de su madre, Judith, quien lo apoyó en todo momento, ofreciéndole agua y cuidado durante su emotivo trayecto.

Su gesto de fe ha conmovido a los asistentes y resalta el poder de las promesas y el amor familiar en estas tradiciones religiosas.