El Covid-19 dejó muertos, pobres y recesión económica en América Latina: Cepal

Internacional 27 de junio de 2022 Por MCE
Fallecieron más de un millón 650 mil personas por Covid-19 en América Latina y se sumaron 16 millones de personas la pobreza extrema, de acuerdo con la Cepal.
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Mario Cimoli, secretario Ejecutivo Interino de la  Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), informó que la pandemia por Covid-19 ha dejado un millón 650 mil muertes y ha sumado a 16 millones de personas a la  pobreza extrema y una recesión económica de la que se están recuperando los países de la región.

“En América Latina y el Caribe se encuentra el 8.4 por ciento de la población mundial, pero al 28 de febrero de 2022 ya había sumado casi 66 millones de contagios, (es decir 15% del total mundial), y un millón 650 mil muertes por el virus (o 28 por ciento del total mundial)”, dice el encargado del organismo multilateral con sede en Santiago, Chile.

Agrega que la inevitable concentración de la actividad del sector de la salud en el control de la pandemia ha producido un efecto de desplazamiento en la atención de enfermedades distintas del Covid-19.

Por la pandemia de Covid-19 se han pospuesto o interrumpido tratamientos e intervenciones, como cirugías (salvo las urgentes), controles de enfermedades no transmisibles y crónicas, la atención de salud mental, los servicios y prestaciones de salud sexual y reproductiva, entre otros.

“Los efectos colaterales del Covid-19 sobre la salud de la población han sido masivos y graves, pero su cuantificación, que es más compleja, apenas comienza”, comenta el profesor titular de Economía Política de la Universidad Ca Foscari de Venecia en Italia.

La pandemia también ha dejado en evidencia lagunas y debilidades históricas de los sistemas de salud de la región, cuya segmentación, fragmentación y falta de financiamiento dificulta la respuesta sólida, coordinada e integral que exigía la situación, en particular a inicios de la pandemia, según el  profesor visitante e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana de México (UAM).

El personal de salud, en el que predominan las mujeres, ha sido afectado de sobremanera, tanto por los contagios, la enfermedad, las secuelas y las muertes por Covid-19, como por una sobrecarga de trabajo y tensión que ha afectado mucho su salud física y mental.

América Latina y el Caribe están marcados por una matriz de desigualdad social cuyos ejes estructurantes —el estrato socioeconómico, el género, la etapa del ciclo de vida, la condición étnico-racial, el territorio, la situación de discapacidad y el estatus migratorio, entre otros— generan escenarios de exclusión y discriminación múltiple y simultánea.

Debido a la pandemia de enfermedad por Covid-19, las grandes brechas sociales estructurales se han exacerbado, y no es casual que la región haya sido una de las más afectadas por la pandemia en términos sanitarios, sociales y económicos, lo que evidencia que los costos de la desigualdad son insostenibles.

“Cuando aún no se supera la pandemia, las economías de la región ya comienzan a padecer las consecuencias de la guerra entre la Federación de Rusia y Ucrania, que se expresan en un menor crecimiento y una agudización de los problemas inflacionarios, lo que afecta a la población más vulnerable de la región”, expresa Mario Cimoli.

Portada / Forbes Política /
Enrique Hernándezjunio 27, 2022 @ 12:47 pm
El Covid-19 dejó muertos, pobres y recesión económica en América Latina: Cepal
Fallecieron más de un millón 650 mil personas por Covid-19 en América Latina y se sumaron 16 millones de personas la pobreza extrema, de acuerdo con la Cepal. Foto: EFE/Madla Hartz
     
Mario Cimoli, secretario Ejecutivo Interino de la  Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), informó que la pandemia por Covid-19 ha dejado un millón 650 mil muertes y ha sumado a 16 millones de personas a la  pobreza extrema y una recesión económica de la que se están recuperando los países de la región.

“En América Latina y el Caribe se encuentra el 8.4 por ciento de la población mundial, pero al 28 de febrero de 2022 ya había sumado casi 66 millones de contagios, (es decir 15% del total mundial), y un millón 650 mil muertes por el virus (o 28 por ciento del total mundial)”, dice el encargado del organismo multilateral con sede en Santiago, Chile.

Agrega que la inevitable concentración de la actividad del sector de la salud en el control de la pandemia ha producido un efecto de desplazamiento en la atención de enfermedades distintas del Covid-19.

 
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Por la pandemia de Covid-19 se han pospuesto o interrumpido tratamientos e intervenciones, como cirugías (salvo las urgentes), controles de enfermedades no transmisibles y crónicas, la atención de salud mental, los servicios y prestaciones de salud sexual y reproductiva, entre otros.

“Los efectos colaterales del Covid-19 sobre la salud de la población han sido masivos y graves, pero su cuantificación, que es más compleja, apenas comienza”, comenta el profesor titular de Economía Política de la Universidad Ca Foscari de Venecia en Italia.

La pandemia también ha dejado en evidencia lagunas y debilidades históricas de los sistemas de salud de la región, cuya segmentación, fragmentación y falta de financiamiento dificulta la respuesta sólida, coordinada e integral que exigía la situación, en particular a inicios de la pandemia, según el  profesor visitante e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana de México (UAM).

 
El personal de salud, en el que predominan las mujeres, ha sido afectado de sobremanera, tanto por los contagios, la enfermedad, las secuelas y las muertes por Covid-19, como por una sobrecarga de trabajo y tensión que ha afectado mucho su salud física y mental.

América Latina y el Caribe están marcados por una matriz de desigualdad social cuyos ejes estructurantes —el estrato socioeconómico, el género, la etapa del ciclo de vida, la condición étnico-racial, el territorio, la situación de discapacidad y el estatus migratorio, entre otros— generan escenarios de exclusión y discriminación múltiple y simultánea.

Debido a la pandemia de enfermedad por Covid-19, las grandes brechas sociales estructurales se han exacerbado, y no es casual que la región haya sido una de las más afectadas por la pandemia en términos sanitarios, sociales y económicos, lo que evidencia que los costos de la desigualdad son insostenibles.

“Cuando aún no se supera la pandemia, las economías de la región ya comienzan a padecer las consecuencias de la guerra entre la Federación de Rusia y Ucrania, que se expresan en un menor crecimiento y una agudización de los problemas inflacionarios, lo que afecta a la población más vulnerable de la región”, expresa Mario Cimoli.

 

La pobreza y pobreza extrema alcanzarán niveles que no se observaban desde hacía al menos una década, revela el estudio “Los impactos sociodemográficos de la pandemia de Covid-19 en América Latina y el Caribe”.

“En 2021, el número de personas en situación de pobreza extrema habría llegado a 86 millones (13.8 por ciento de la población de América Latina) y las personas en situación de pobreza alcanzan los 201 millones (32.1 por ciento de la población de América Latina), cifras mucho más altas que las de 2019 (70 millones de personas y 187 millones de personas, respectivamente)”, explica Cepal.

El aumento de la pobreza  y pobreza extrema fue particularmente marcado en 2020, año en que comenzó la pandemia de Covid-19: “Y pudo haber sido peor de no ser por las medidas de protección social de emergencia que se adoptaron para frenarlo”.

“Sin medidas como las transferencias de ingresos de emergencia, en 2020 la pobreza extrema habría sido alrededor de 1.8 puntos porcentuales más alta y la pobreza habría sido 2.9 puntos porcentuales más elevada, en promedio, en siete países analizados por la Cepal”.

La continuidad, aunque parcial, de estas medidas en 2021, junto con el rebote económico de este último año, permitieron revertir parte de este aumento de la pobreza durante 2021, pero aún hay incertidumbre respecto de cuál será la tendencia en 2022, añade.

El rebote registrado en la actividad económica tras la contracción histórica no asegura un crecimiento sostenido. “En 2020, la contracción se expresó en una caída del 6.8 por ciento del PIB y del 7,7 por ciento  del PIB per cápita, la mayor caída anual en los 120 años de historia estadística de la región”.

El marcado descenso de la producción regional se debió al colapso del comercio mundial y a la caída de los precios internacionales de los productos que la región exporta y a la depresión que ha sufrido la demanda interna de las economías de la región como consecuencia de las medidas generalizadas de confinamiento que han tomado las autoridades sanitarias, precisa.

La crisis se desencadenó a causa de los choques que afectaron la oferta y la demanda de forma simultánea, y que se reforzaron mutuamente, lo que se tradujo en diversos efectos negativos de importancia en la estructura productiva, entre ellos, el cierre masivo de empresas, particularmente de microempresas y pequeñas y medianas empresas, concluye la Cepal.

MCE

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