Gobierno identifica primer trabajador de la mina Pasta de Conchos

Nación 26 de julio de 2024 Por Redacción
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El Gobierno de México identifica como José Alfredo Ordóñez Martínez el primer cuerpo recuperado de la mina Pasta de Conchos, en el estado de Coahuila. Tras casi 18 años después del trágico colapso de la mina en 2006, que dejó un saldo de 65 muertos.

La Secretaría de Gobernación (Segob) informó que la Fiscalía General de la República (FGR) ha confirmado oficialmente la identidad de Ordóñez Martínez a sus familiares directos. La identificación se realizó tras la recuperación de restos biológicos a principios de junio de 2024. La Segob explicó que el proceso de identificación se llevó a cabo en colaboración con el Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), que comparó el ADN de los restos con las muestras proporcionadas por los familiares de las víctimas.

"Con esta identificación, la FGR iniciará formalmente el proceso de entrega de los restos a la familia del minero identificado. El Gobierno de México ofrecerá total acompañamiento a la familia durante este proceso", aseguró la dependencia.

La Segob también destacó que las labores de recuperación continúan bajo la dirección de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la galería afectada, y se están realizando trabajos en dos galerías adicionales con la esperanza de descubrir más restos. El 12 de junio de 2024, el Gobierno había informado sobre el hallazgo de restos humanos y herramientas en una de las galerías, a unos 146 metros de profundidad. No se ha encontrado evidencia de una explosión en esa área, en contraste con las primeras declaraciones de las autoridades.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha reiterado su compromiso de no detener las labores hasta recuperar todos los cuerpos aún atrapados en la mina. En 2019, el gobierno formó un grupo de expertos para evaluar la viabilidad de la recuperación, y en julio de 2020, delegó la responsabilidad de las operaciones a la CFE.

El accidente en Pasta de Conchos, ocurrido el 19 de febrero de 2006, resultó en la muerte de 65 trabajadores, de los cuales solo se recuperaron dos cuerpos debido a los riesgos asociados con la recuperación de los restantes. La identificación reciente representa un paso significativo hacia el cierre de esta tragedia.

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