El Papa Francisco sufrió una caída en su residencia, la Casa de Santa Marta, el jueves pasado, resultando en una contusión en el antebrazo derecho. Afortunadamente, no se registraron fracturas y el pontífice siguió cumpliendo con sus compromisos del día, según informó el Vaticano.

Las imágenes de las reuniones del jueves mostraron al Papa utilizando un cabestrillo de tela para inmovilizar su brazo, como medida de precaución. Este incidente es el segundo de este tipo en menos de dos meses, ya que en diciembre el Papa también sufrió una caída que le provocó una lesión en la cara. En esa ocasión, se resbaló al levantarse de la cama y golpeó su barbilla con la mesita de noche.

Francisco, quien cumplió 88 años en diciembre, enfrenta varios desafíos de salud. Debido a problemas de rodilla y espalda, a menudo utiliza un bastón o una silla de ruedas para desplazarse. En los últimos años, ha tenido que lidiar con complicaciones de salud, incluyendo varias infecciones respiratorias y dos cirugías: una por diverticulitis en 2021 y otra en 2023 para reparar una hernia.

A pesar de los problemas de salud recientes, en una entrevista publicada esta semana, el Papa descartó cualquier preocupación sobre su futuro y reafirmó su compromiso con el liderazgo de la Iglesia Católica. "Estoy bien", aseguró en su autobiografía. "La Iglesia se gobierna con la cabeza y el corazón, no con las piernas", concluyó.

Este incidente subraya la resiliencia del Papa Francisco, quien, a pesar de los desafíos físicos, sigue adelante con su misión pastoral y espiritual.