Encuentran muerto a Gene Hackman, leyenda del cine estadounidense

El aclamado actor estadounidense Gene Hackman, ganador del Óscar en dos ocasiones, fue hallado muerto en su domicilio en Nuevo México el pasado miércoles por la tarde. Junto a él se encontraba su esposa, una pianista clásica de 63 años, y el cadáver de su perro. Según declaraciones del sheriff del condado de Santa Fe, Adan Mendoza, no hay indicios inmediatos de que la muerte de la pareja sea producto de un crimen.
Hackman, quien contaba con 95 años, dejó un legado impresionante en la historia del cine. El actor estadounidense ganó su primer Óscar en 1971 por su papel en French Connection, donde interpretó al implacable detective Jimmy "Popeye" Doyle. Su segunda estatuilla llegó en 1992 por su interpretación del sheriff "Little Bill" Daggett en Sin perdón de Clint Eastwood, un papel que se convirtió en uno de los más recordados de su carrera.
A lo largo de su carrera de cinco décadas, Hackman participó en más de 80 películas y fue nominado otras tres veces al Óscar. Su versatilidad y profundidad en sus actuaciones lo convirtieron en uno de los actores más respetados de Hollywood. Incluso, su colega Francis Ford Coppola, quien lo dirigió en Conversación secreta (1974), lo describió como "un gran artista, inspirador y magnífico en su trabajo y complejidad".
Nacido durante la Gran Depresión en Illinois, Hackman tuvo una vida marcada por la adversidad. Provenía de una familia disfuncional, y a los 16 años se enlistó en la marina de Estados Unidos, donde pasó por un periodo difícil. A pesar de sus comienzos difíciles, Hackman utilizó su turbulento pasado como base para dar vida a personajes complejos y profundos en la pantalla.
A lo largo de su carrera, Hackman se mantuvo firme en su deseo de ser actor, y nunca se sintió atraído por la fama superficial. "Fui entrenado para ser un actor, no una estrella", solía decir. A pesar de no tener el atractivo físico de otras estrellas de Hollywood, Hackman hizo de su talento y versatilidad su mayor fortaleza.
En 1967, Hackman alcanzó la fama tras su papel en Bonnie and Clyde, donde interpretó a Buck Barrow, un rol que le valió su primera nominación al Óscar. A partir de ahí, su carrera despegó, y siguió cosechando éxitos durante décadas.
A pesar de su retiro en 2008, Hackman continuó trabajando en el cine hasta los 70 años, protagonizando películas como The Heist y The Royal Tenenbaums (2001), por la cual recibió su tercer Globo de Oro. Sin embargo, optó por alejarse de los reflectores y se dedicó a la escritura y la pintura, viviendo tranquilamente con su segunda esposa en Santa Fe.
El legado de Gene Hackman perdurará en la historia del cine como un actor excepcional que se negó a ser una estrella superficial y siempre se dedicó a su arte.