En un acto histórico, el gobierno de México entregó a Estados Unidos a 29 líderes criminales que estaban recluidos en penales federales del país. Esta acción se llevó a cabo como parte de un convenio de extradición, en el marco de la reunión entre los gabinetes de seguridad de ambos países.

La Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) confirmaron el traslado de estos individuos, entre los que se incluyen a algunos de los nombres más buscados por las autoridades estadounidenses. Entre los extraditados se encuentran Rafael Caro Quintero, uno de los criminales más notorios, requerido por el Departamento de Justicia de EE. UU. por su implicación en el asesinato del agente Enrique Camarena en 1985, así como a los hermanos Miguel Ángel y Alejandro Treviño Morales, líderes de Los Zetas.

Otros extraditados incluyen a Antonio Oseguera, principal operador del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), y Vicente Carrillo Fuentes, líder del Cártel de Juárez. También fueron entregados miembros de confianza de los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán. Los 29 criminales fueron concentrados en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y enviados a diversos estados de EE. UU. donde enfrentan cargos de narcotráfico, asesinato, uso ilegal de armas, lavado de dinero, entre otros.

Las acusaciones que enfrentan estos individuos podrían derivar en penas severas, como la cadena perpetua en 23 casos, y en seis de ellos, la pena de muerte.

Pamela Bondi, fiscal general de Estados Unidos, confirmó que los extraditados ya están bajo custodia federal y que enfrentarán cargos por terrorismo, narcotráfico y violencia extrema. Además, enfatizó que los cárteles de drogas involucrados, como el Cártel de Sinaloa, el CJNG y el Cártel del Golfo, entre otros, han sido designados como Organizaciones Terroristas Extranjeras.

Derek S. Maltz, administrador interino de la DEA, destacó la importancia de la entrega de Caro Quintero, quien estuvo en la lista de los más buscados por 40 años. Este evento, señaló Maltz, representa una victoria para las familias de las víctimas, especialmente para la familia del agente Enrique Camarena, quien fue brutalmente asesinado por orden de Caro Quintero.

La entrega de estos criminales marca un hito en la colaboración entre ambos países y reitera el compromiso de las autoridades de México y Estados Unidos para combatir el crimen organizado y la violencia transnacional.