El Papa Francisco abandonó este domingo el Policlínico Gemelli de Roma, donde había permanecido durante 38 días debido a una grave infección respiratoria. Su salida se produjo poco después de haber reaparecido en público desde una ventana del hospital, donde agradeció a la multitud que se había congregado para verle.

En su mensaje, el Papa, quien no apareció en persona por sexta semana consecutiva durante el Ángelus, expresó su "entristecimiento" por los recientes bombardeos israelíes en Gaza. En su intervención escrita, pidió "un alto al fuego definitivo" para poner fin a la violencia en la región.

Tras dejar el hospital, el Papa Francisco se dirigió inicialmente hacia su residencia en el Vaticano. Sin embargo, sorprendió a los presentes al cambiar de rumbo cuando ya estaba cerca de llegar a su destino. Este gesto inesperado dejó a la multitud y a los observadores atentos a la evolución de su salud y a sus próximos pasos.