Desde primeras horas de la mañana, miles de fieles comenzaron a congregarse en los alrededores de la Basílica de San Pedro para despedirse del papa Francisco. En punto de las 11:00 horas (tiempo local), el recinto abrió sus puertas y los asistentes comenzaron a ingresar de forma ordenada para rendir homenaje ante el féretro.

El ataúd con los restos mortales del pontífice fue trasladado en procesión desde la capilla de Santa Marta hasta la Basílica Vaticana. El cortejo recorrió la plaza de Santa Marta, la plaza de los Protomártires Romanos y atravesó el Arco de las Campanas, ingresando finalmente por la puerta central de la basílica. Durante el trayecto, el féretro fue acompañado por los cardenales presentes en Roma, mientras que al final del cortejo se encontraban los secretarios y asistentes más cercanos al papa.

Una vez en el interior, el féretro fue colocado frente a la tumba de San Pedro, justo bajo el imponente baldaquino de Bernini. La zona fue acordonada para permitir que los fieles se acerquen a una distancia prudente y puedan detenerse brevemente para orar o despedirse del Santo Padre.

El acceso al público fue permitido únicamente después de que cardenales, obispos y personal del Vaticano ofrecieran su último adiós en una ceremonia privada.

La Basílica de San Pedro permanecerá abierta este miércoles hasta la medianoche. El jueves 24 de abril volverá a abrir a las 7:00 horas y permanecerá accesible hasta el viernes a las 19:00 horas, momento en que se cerrará para dar inicio al rito solemne del cierre del féretro.

 
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