La inteligencia artificial ya es capaz de predecir accidentes cardiovasculares a través de una sencilla revisión de retina.

Así lo afirma un estudio reciente publicado en el British Journal of Ophthalmology. La investigación se ha realizado en Reino Unido y ha contado con la participación de más de 70.000 personas.

El objetivo del estudio era probar QUARTZ (Análisis Cuantitativo de la Topología de los Vasos de la Retina y siZe), un sistema que se basa en la IA y que utiliza el aprendizaje automático.

“Esta herramienta de inteligencia artificial podría hacerle saber a alguien en 60 segundos o menos su nivel de riesgo”, explica a The Guardianla autora principal del estudio, Alicja Rudnicka.

El examen mediante IA permitiría al paciente conocer su riesgo de accidente cerebrovascular y ataque cardíaco sin necesidad de llevar a cabo una análisis de sangre. 

Esta nueva prueba, según los autores de la investigación, tiene la misma efectividad que aquellas que se utilizan actualmente.

Los científicos que han participado en el estudio también creen que la lectura de retina mediante IA se podría utilizar en unos años en los hospitales y centros de salud para evitar que sus pacientes sufran un ataque al corazón.

Así funciona la lectura de la retina para predecir accidentes cardiovasculares
El software QUARTZ funciona analizando la red de vasos sanguíneos que contiene la retina. Su labor es medir el área que cubren estas arterias y venas, así como su ancho y cómo de flexibles son.

Todos estos detalles, que pueden parecer intrascendentes, ofrecen una información muy valiosa sobre la salud cardíaca de las personas. Sólo es necesario tomar una imagen del ojo, sin que el médico tenga que manipularlo.

“Los médicos saben desde hace más de 100 años que se puede mirar a los ojos y ver signos de diabetes y presión arterial alta. Pero el problema era la evaluación manual: la delineación manual de las embarcaciones por parte de expertos humanos”, cuenta a The Verge Pearse Keane, investigador en oftalmología y análisis de IA que no ha participado en el estudio.

Una vez tomada la imagen, el sistema de IA se encarga de analizarla para saber si el paciente tiene posibilidades de sufrir un accidente cardíaco. 

La prueba ofrece varias ventajas. Para empezar, resulta cómoda para el paciente, que sólo tiene que esperar a que los médicos tomen la imagen. Además, el análisis es precio y tarda menos de un minuto.

Eso sí, los investigadores advierten que el estudio se ha realizado sólo con personas de piel blanca, por lo que habrá que probarlo en otras etnias antes de ponerlo en práctica. 

Los hallazgos tienen que ser probados en nuevos ensayos clínicos, así que todavía pueden pasar algunos años hasta ver esta prueba como una rutina en los hospitales y centros de salud.