Dormir en un nicho sin baño ni armarios: el bum de los hoteles cápsula llega a España



Se parecen más a naves espaciales que a hoteles. Paredes blancas, luces de neón, extrañas formas arquitectónicas en las paredes y, lo más importante, habitáculos con forma de cápsula que miden dos metros de ancho por un metro de largo. Así son los mal llamados hoteles cápsula, un negocio de origen japonés que muchas empresas han importado ya a Europa y que ahora tratan de abrirse paso en el mercado español. Pero no lo tendrán fácil. Para empezar, las diferencias culturales entre Japón, una isla con 126 millones de habitantes donde el espacio escasea, y España, un país donde existe una fuerte cultura de socialización, amenazan, sobre todo al principio, las cuentas de resultados de estas empresas. Además, la regulación de estos establecimientos, que en algunas comunidades es casi inexistente y en otras ofrece más dudas que certezas sobre su legalidad, complica todavía más su aterrizaje.
Los expertos consultados insisten en que no cabe llamarlos hoteles cápsula. Tienen razón: bajo las leyes españolas solo cabe calificarlos como albergues, pues no cuentan con habitaciones ni baños independientes. Sin embargo, carecen también de otras muchas cosas que los albergues sí tienen, pues muchos no presentan baño, vistas ni armarios (sí cuentan con taquillas). Por faltar, falta hasta la posibilidad de permanecer de pie. La idea de que sean albergues resulta también discutible.
En España, cada comunidad autónoma tiene su propia regulación para este tipo de negocios. En la Comunidad de Madrid, al no haber un mercado, la ley todavía no los ha regulado. Por eso, ahora no está claro su futuro en la capital. “Se debería hacer una norma para evitar que se conviertan en tendencia. Es muy peligroso dar cobertura a este tipo de actuaciones porque de ahí a establecer el hotel cápsula como una modalidad más de hospedaje solo queda un pequeño paso. En la normativa occidental y nuestras regulaciones no tiene cabida este negocio porque no es una forma adecuada de alojarse, esto solo responde a una necesidad más del mercado low cost, que ahora se lleva a todos los ámbitos”, afirma José Manuel Calvo, concejal del Ayuntamiento de Madrid. En cambio, la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid da la bienvenida a todo tipo de hoteles siempre y cuando estén regulados y cumplan la ley.