Inflación de febrero: suben precios de alimentos y servicios, pero caen los agropecuarios

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer los datos más recientes sobre la inflación en México, revelando que en febrero de 2025 la tasa anual se ubicó en 3.77%. Este aumento se traduce en un leve repunte respecto a enero, cuando la inflación general fue de 3.63%.
De acuerdo con el informe oficial, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un crecimiento mensual de 0.28%, una cifra superior a la observada en el mismo mes del año anterior, cuando la variación fue de solo 0.09%.
En cuanto a los componentes del índice, se destacó un comportamiento más dinámico en el índice de precios subyacente, considerado un indicador clave de la tendencia de precios a largo plazo, ya que excluye los productos más volátiles como los alimentos y energéticos. Este índice aumentó 0.48% en comparación con enero, impulsado principalmente por los incrementos en servicios (+0.55%) y mercancías (+0.41%).
Por otro lado, el índice de precios no subyacente experimentó una disminución mensual del 0.39%, impulsada por la caída de precios en productos agropecuarios (-1.44%), mientras que los precios de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno subieron un 0.41%.
El análisis de la canasta básica mostró un aumento mensual de 0.29%, y una variación anual de 3.56%. Este comportamiento, aunque por debajo de la tasa anual observada en 2024 (4.04%), refleja el impacto de productos como el huevo, la carne de res, y los servicios de comidas rápidas, que fueron algunos de los principales motores de la inflación en el mes.
Por el lado de los productos que vieron una baja de precios, se destacaron alimentos como el jitomate, la cebolla, la papa y otros tubérculos, cuyas caídas compensaron parcialmente las alzas en otros rubros.
Este comportamiento de la inflación resalta un panorama mixto, donde algunos productos esenciales vieron ajustes a la baja, mientras que otros continuaron presionando los precios, lo que refleja la complejidad del contexto económico para las familias mexicanas.