Día del Abogado

Opinión 12 de julio de 2021 Por MCE
Como abogados podemos ser el ángel que nuestros clientes o usuarios esperaban, también podemos ser su peor pesadilla.
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El día 12 de julio se celebra el día del abogado en virtud del decreto del entonces presidente Adolfo López Mateos, se eligió el 12 de julio por ser en el año de 1553 cuando se realizó la primera cátedra de Derecho en América, impartida por Fray Bartolomé Frías y Albornoz en la Real y Pontificia Universidad de México. 

Hace unos años no era raro que un solo abogado o abogada se dedicara a varias áreas del Derecho, en la actualidad esto resulta difícil, la abogacía ejercida con responsabilidad implica humildad y la humildad nos llevara a la necesidad de un estudio contante, asumir el compromiso de estar al pendiente de nuevos criterios de interpretación de los ordenamientos jurídicos, de la doctrina y sobre todo la tarea principal de todo abogado debe ser cuestionar.

Cuestionar la ley, sus interpretaciones, la doctrina, nuestro criterio jurídico y nuestras creencias, reconocer que somos eternos estudiantes y como tales, vivir en cada día de nuestras vidas el primer día en la facultad, muchos llegamos vestidos de forma elegante pues muchos maestros suelen decir que para ser abogado primero hay que parecerlo, llegamos con una carpeta, nuestras códigos y bolígrafo,listos para empezar a pulir nuestro nombre que el día de mañana será nuestra marca y prestigio, con la ilusión de no caer en la fama que nos atribuyen. 

Particularmente recuerdo que desde el primer año, sin llevar materias de derecho penal, sabía que ahí se encontraba mi futuro, cuestiones de la vida me llevaron a tener un contacto con un sistema penal corrupto recién egresado, sin cédula y mi única aportación era mi opinión y mi cuestionamiento a la mejor estrategia, con el tiempo incursione en el tema escolar, algunos dicen que si quieres conocer tu sociedad debes ir a un CERESO, no es necesario, basta con ir a una institución educativa y podrás ver el reflejo de nuestra sociedad. 

Tuve la oportunidad de ser Defensor Público, es entonces cuando la frase plasmada en el mural del Palacio Negro de Lecumberri se convirtió en el título de la vida de muchos PPL (Personas Privadas de su Libertad) “En este lugar maldito dónde reina la tristeza, no se castiga el delito, se castiga la pobreza” y es en este momento en que todos los eternos estudiantes del Derecho debemos recordar nuestro caminar en la facultad, los pasillos, su biblioteca, nuestros catedráticos, nuestros desvelos, nuestras frustración, nuestro temor ante el examen final, las risas con los compañeros, las lágrimas en los libros, pero sobre todo recordar nuestra ilusión al iniciar este duro y muchas veces solitario camino; finalmente recordar el jubilo que sentimos al terminar nuestros estudios, al defender nuestra tesis, al tomar protesta, sentir en el pecho la vocación de ser desde ese momento y por el resto de nuestra vidas Abogados y Abogadas. 

Como abogados podemos ser el ángel que nuestros clientes o usuarios esperaban, también podemos ser su peor pesadilla, sus derechos, su patrimonio y su libertad se encuentra sujeta por una serie de eslabones de una cadena compuesta por la cantidad de palabras que hemos estudiado y esas cadenas se sostienen de los pilares de nuestras convicciones, no permitamos que se siga castigando la pobreza, la mejor manera de agradecer nuestra posición en la vida es ayudar al que nos necesita, al compañero que necesita un libro para resolver un asunto, al colega que no conoce una jurisprudencia que nosotros si conocemos, ayudar al cliente que esta siendo injustamente llevado a un proceso legal pero que no tiene el dinero suficiente para cubrir nuestros honorarios, pareciera que hoy en día la justicia se encuentra en subasta al mejor postor y es nuestra responsabilidad permitir que la justicia siga en manos del mejor postor o que pase a manos del que más la necesita. 

No decepcionemos a ese joven estudiante de Derecho, no nos permitamos llegar al final de nuestra vida profesional con vergüenza, dejemos las practicas incorrectas para aquel estudiante que decidió soltar los libros, sólo quién no confía en sus capacidades se presta a los famosos “impulsos procesales”, al eterno estudiante, al que sabe ser agradecido, a los colegas que saben ser compañeros y que siguen sintiendo la vocación en el pecho, a mis catedráticos y compañeros que me han compartido sus conocimientos , al Juez justo, feliz día del Abogado. 

“Fiat Justitia, Ruat Caelum”

Abg. José Armando Velasco Madrid, Titular de MB Abogados “Litigio y Compliance” 2213478148 
jurí[email protected]
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